Nombre: PAQUITO EL
CHOCOLATERO
Añada: 2009
Denominación de
Origen: Vino
de Mesa Alicante
Uva: 50% Monastrell/ 25%
Giró/ 25% Garnacha tintorera
Productor: Celler
la Muntanya
Precio aprox.: 6,75€ (Celler Cal Marino)
Lo
más positivo del blog, es conocer gente. Apasionados de los vinos, con los que
hablar de cosas como, uvas, denominaciones, las rarezas y peculiaridades, poder
compartir sensaciones, etç.
De
un tiempo aquí, con una persona en concreto suelo compartir muchas opiniones,
ese es Edu, propietario de El Celler Cal Marino en el barrio de Poble Sec, Barcelona. Hace poco lo visite con mi mujer, ahí degustamos sus
tapas, que por cierto si pasáis un día por ahí no podéis dejar escapar y como
no, acabamos hablando de vinos, ya que tiene una selección estupenda, de entre
ellos unos cuantos conocidos y otros no, de ahí que me deje aconsejar presentados
hoy a Paquito El Chocolatero,
peculiar nombre y vino.
Para
empezar, explicar que el Celler la
Muntanya es una empresa creada en el año 2003, principalmente por Toni Boronat, al que un poco más tarde
se le une Juan Cascant. Es una
empresa vitivinícola dedicada a recuperar los viñedos minifundistas de
alicante, un proyecto que acabaría en una micro viña, es interesante explicar
esto, ya que con este tipo de proyectos se impulsa a una comunidad a recuperar
no solo una tradición, sino que se impulsa un motor económico de nuevo y lejos
de la tradición cooperativista, lo que se busca es el mayor rendimiento de las
viñas, asesoradas por el Celler la Muntanya,
para recoger tan solo las uvas de mejor calidad y pagándolas a un precio
superior, al que se las suele pagar.
Todo
esto convierte a este tipo de proyecto de micro viñas, en un proyecto firme a
tener en cuenta y respetar. También en este proyecto colaboran Adrià Pérez y Marc Pérez, responsables de Les
Cousins en la DOQ Priorat.
Dicho
esto me voy a centrar en el vino, que es la finalidad de todo esto, ya he
comentado que Edu es una persona con
la que hablo de vino y de vinos sabe. En su día me dijo: -mírate este vino que
seguro te interesa mucho. La verdad es que de no ser así, no estaría escribiendo
estas líneas, Paquito el Chocolatero, es un vino con una
etiqueta que si fuese por ella no lo comprarías, o si! Me explico, es fea, fea
con avaricia, pero de tan fea me aparece ese momento sentimental kitsch y me
roba el corazón.
El
nombre no acompaña hasta que te enteras, que este es debido al homenaje que
plantean desde la empresa al fundador de tan sobado pasodoble, don Gustavo Pascual Falco, ya que parte del
vino se elabora en una de las micro viñas del hijo de dicha persona.
Vino
con una corta crianza de seis meses, sobre lías finas en cubas de roble francés
la Garnacha Tintorera, en tinas de acero inox la Monastrell y en barricas de
roble francés usadas la Girò.
Todo
esto representa un coupage muy medido y cuidado, más si tenemos en cuenta que
cada uva se vendimió en su momento óptimo, primero la Tintorera en septiembre, después
la Giro y más tarde en octubre la Monastrell. Pero vayamos a ver las
sensaciones que ofrece este vino:
En
Copa se muestra de un color rojo picota oscuro, con tonos violáceos, glicérico en
los bordes y una caída de lagrima muy uniforme.
En
nariz nos muestra un abanico mediterráneo total, impacta fuerte con fruta negra
madura, especias como la pimienta y el clavo aparecen dando paso a unos balsámicos
de los bosques mediterráneos, romeros y mentolados. Una oda mediterránea, a sus
tierras y a la tipicidad de las variedades, sobre todo la Monastrell imperando
sobre la golosidad de las Garnachas.
En
boca es un Mediterráneo embravecido, cuando entra no entra suave, no, entra
arrasando, inundando los sentidos con todas su expresión, un barco arrasado por
una potente ola, que después de anclar en la orilla empieza a recogerse dejando
sus matices poco a poco, ahí es donde notamos que primero nos golpeó un mar de
frutos negros, grosellas, ciruelas, casis muy maduros y licorosos, su elevada graduación
acompaña esa parte licorosa, va dejando paso a los balsámicos también muy
presentes, la acidez es más que correcta, alargando el trago más allá de lo
pensado, el retrogusto nos trae divertido la golosidad de este vino, como si de
un reto se tratara: Te atreves a dar otro trago?
Si,
la respuesta es necesaria al igual que otro trago, que vuelve a romper en
nuestro paladar.
Un
vino del que podría hablaros sobre sus maridajes, carnes rojas, parrillas,
embutidos, quesos… pero que a mí, me pareció necesario probarlo solo, porque
invita a beberlo, a degustar cada trago, una más que agradable recomendación.
Gracias Edu, gracias Celler la Muntanya…
A
que esperáis, compradlo, bebedlo, disfrutadlo:
Porque
yo, ya lo he hecho.
P.D: Esta es la nueva imagen, es mejor, aunque echaré en falta la antigua, jejeje.
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