viernes, 5 de julio de 2013

PAQUITO EL CHOCOLATERO 2009


Nombre: PAQUITO EL CHOCOLATERO


Añada: 2009


Denominación de Origen: Vino de Mesa Alicante


Uva: 50% Monastrell/ 25% Giró/ 25% Garnacha tintorera


Productor: Celler la Muntanya


Precio aprox.: 6,75€ (Celler Cal Marino)


Lo más positivo del blog, es conocer gente. Apasionados de los vinos, con los que hablar de cosas como, uvas, denominaciones, las rarezas y peculiaridades, poder compartir sensaciones, etç.

De un tiempo aquí, con una persona en concreto suelo compartir muchas opiniones, ese es Edu, propietario de El Celler Cal Marino en el barrio de Poble Sec, Barcelona. Hace poco lo visite con mi mujer, ahí degustamos sus tapas, que por cierto si pasáis un día por ahí no podéis dejar escapar y como no, acabamos hablando de vinos, ya que tiene una selección estupenda, de entre ellos unos cuantos conocidos y otros no, de ahí que me deje aconsejar presentados hoy a Paquito El Chocolatero, peculiar nombre y vino.


Para empezar, explicar que el Celler la Muntanya es una empresa creada en el año 2003, principalmente por Toni Boronat, al que un poco más tarde se le une Juan Cascant. Es una empresa vitivinícola dedicada a recuperar los viñedos minifundistas de alicante, un proyecto que acabaría en una micro viña, es interesante explicar esto, ya que con este tipo de proyectos se impulsa a una comunidad a recuperar no solo una tradición, sino que se impulsa un motor económico de nuevo y lejos de la tradición cooperativista, lo que se busca es el mayor rendimiento de las viñas, asesoradas por el Celler la Muntanya, para recoger tan solo las uvas de mejor calidad y pagándolas a un precio superior, al que se las suele pagar.

Todo esto convierte a este tipo de proyecto de micro viñas, en un proyecto firme a tener en cuenta y respetar. También en este proyecto colaboran Adrià Pérez y Marc Pérez, responsables de Les Cousins en la DOQ Priorat.


Dicho esto me voy a centrar en el vino, que es la finalidad de todo esto, ya he comentado que Edu es una persona con la que hablo de vino y de vinos sabe. En su día me dijo: -mírate este vino que seguro te interesa mucho. La verdad es que de no ser así, no estaría escribiendo estas líneas, Paquito el Chocolatero, es un vino con una etiqueta que si fuese por ella no lo comprarías, o si! Me explico, es fea, fea con avaricia, pero de tan fea me aparece ese momento sentimental kitsch y me roba el corazón.

El nombre no acompaña hasta que te enteras, que este es debido al homenaje que plantean desde la empresa al fundador de tan sobado pasodoble, don Gustavo Pascual Falco, ya que parte del vino se elabora en una de las micro viñas del hijo de dicha persona.

Vino con una corta crianza de seis meses, sobre lías finas en cubas de roble francés la Garnacha Tintorera, en tinas de acero inox la Monastrell y en barricas de roble francés usadas la Girò.

Todo esto representa un coupage muy medido y cuidado, más si tenemos en cuenta que cada uva se vendimió en su momento óptimo, primero la Tintorera en septiembre, después la Giro y más tarde en octubre la Monastrell. Pero vayamos a ver las sensaciones que ofrece este vino:


En Copa se muestra de un color rojo picota oscuro, con tonos violáceos, glicérico en los bordes y una caída de lagrima muy uniforme.


En nariz nos muestra un abanico mediterráneo total, impacta fuerte con fruta negra madura, especias como la pimienta y el clavo aparecen dando paso a unos balsámicos de los bosques mediterráneos, romeros y mentolados. Una oda mediterránea, a sus tierras y a la tipicidad de las variedades, sobre todo la Monastrell imperando sobre la golosidad de las Garnachas.


En boca es un Mediterráneo embravecido, cuando entra no entra suave, no, entra arrasando, inundando los sentidos con todas su expresión, un barco arrasado por una potente ola, que después de anclar en la orilla empieza a recogerse dejando sus matices poco a poco, ahí es donde notamos que primero nos golpeó un mar de frutos negros, grosellas, ciruelas, casis muy maduros y licorosos, su elevada graduación acompaña esa parte licorosa, va dejando paso a los balsámicos también muy presentes, la acidez es más que correcta, alargando el trago más allá de lo pensado, el retrogusto nos trae divertido la golosidad de este vino, como si de un reto se tratara: Te atreves a dar otro trago?

Si, la respuesta es necesaria al igual que otro trago, que vuelve a romper en nuestro paladar.

Un vino del que podría hablaros sobre sus maridajes, carnes rojas, parrillas, embutidos, quesos… pero que a mí, me pareció necesario probarlo solo, porque invita a beberlo, a degustar cada trago, una más que agradable recomendación. Gracias Edu, gracias Celler la Muntanya…


A que esperáis, compradlo, bebedlo, disfrutadlo:


Porque yo, ya lo he hecho.

P.D: Esta es la nueva imagen, es mejor, aunque echaré en falta la antigua, jejeje.

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