Nombre:
MILÚ 2012
Añada:
2012
Denominación
de Origen: RIBERA DEL
DUERO
Uva: 100% Tinta del País
Productor: QuintaMilú
Primer Ribera del Duero y no podría elegir mejor. Eps! antes de que nadie
diga nada, dejadme explicar. Esta claro que la Ribera del Duero, esta llena de
excelentes vinos y como todos, son buenos exponentes del vino que allí se
cosecha, si nos ponemos a decir uno por uno, tenemos como mínimo para medio año
de blog.
¿Pues porque escojo este vino, para
representar la primera ficha? por unas sencillas razones que paso a comentar.
Como ya dije con la DO Toro, en Ribera del Duero hubo hace ya tiempo otro boom comercial, como el Merlin de los vinos, hacían Riberas del
Duero por arte de magia y como no, uno ya no se podía fiar de tener entre manos
un verdadero vino o algo que por la inercia de un marketing, había fermentado
en una región de Burgos y se
etiquetaba con esa DO.
Con las aguas mas calmadas, los barcos
al final llegan a buen puerto y eso aquí también sucedió, los Pseudo Riberas
fueron desapareciendo y los verdaderos exponentes de una tierra se quedaron.
Tan solo ahora, que ser bodeguero es deporte de riesgo, aparecen verdaderos
artesanos y amantes del vino. En eso esta este Milú, en una recuperación de la tradición y el respeto por una
Denominación de Origen.
Quinta de Milú es un proyecto perteneciente al viticultor German
R. Blanco apasionado del vino, situado en La Aguilera provincia de Burgos,
procedente de viñedos viejos de Tinta
del País y recuperando
tradiciones como el pisado de la uva, dejan que cada vino se exprese dándoles el
tiempo necesario. No siendo partidarios de barricas nuevas, las crianzas las
hacen en barricas de diferentes tamaños, toneleros, bosques, tostados. Dicen
que no hay dos añadas iguales y que por supuesto no hay dos vinos iguales. Pues
eso espero, pero a mejor, ya que me he encantado con este vino y deseo que cada
añada sea mejor a la otra.
Milú es el mas joven
de los tres vino que elaboran, están sus otros dos hermanos Milú “La Cometa” y Milú “El Malo”. Milú tiene seis meses en barrica usada de roble Francés
y Americano, cosa que ya demuestra la intención del viticultor, un ribera
joven, barato, con identidad, tradición, vamos que estamos ante un JASP, joven aunque sobradamente
preparado.
En copa es de un color purpura muy
intenso, con un ribete violáceo muy vivo y bonito.
En nariz invaden los frutos rojos,
fresas con toques lácteos, muy especiada, regaliz y algo licorosa.
En boca frutos rojos muy presentes, con
mucho volumen, potente y envolvente. Los taninos arrastran mucho, son el único
pero de este vino, una acidez bien equilibrada, las especias aparecen de nuevo
junto a la regaliz. Muy goloso, algo más de lo normal, con una fruta roja que
se expresa por encima de la media en estos vinos, se deja beber muy fácilmente
y el retronasal también viene cargado de fruta.
Un deleite de vino, un joven de ribera
que expresa más de lo que se le pide, que demanda nuestra atención a cada
trago, pero con la expresión correcta de esta variedad en su tierra. Vino pues,
ideal para iniciarse en Ribera del Duero, ya que muestra muy bien la tradición
de su terruño, pero aportando una carga frutal mayor de lo normal, lo cual lo
convierte en un vino para iniciados imprescindible. Salgan a correr, cuando
estos vinos llegan a boca de todos desaparecen y este, corre de boca en boca y
riega de garganta en garganta, porque hace disfrutar y saben que:
Yo, ya lo he hecho!
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