Nombre: JOAQUIN
REBOLLEDO MENCIA 2012+1
Añada: 2013
Denominación
de Origen: VALDEORRAS
Uva: MENCIA
Imperdonable, repasando y repasando me hayo. Listas de
vinos que no subí el año pasado, listas de vinos que repasé, cosas que quedaron
pendientes… y oh! Espera, no puede ser, justo en ese momento se viene la casa
encima.
El año pasado os prometí cerrar mi Trilogía
de la Mencía, quedando este en el olvido. Zambullirse en el mar de Baco es
lo que tiene, un barco vira sin rumbo alguno y es difícil volver a un puerto, o
vuelves y los etílicos aires te hacen perder el oremus.
Casi un año ha pasado y más que una pérdida de rumbo,
parece un naufragio. He aquí que naufragando y recorriendo la Vininsula (toma
palabro) no hace mucho desembarque en una bodega amada y querida, Bodega Joaquín Rebolledo, esos
artesanos de Valdeorras. Y exactamente
ha pasado un año de la ficha de su Godello
y de probar su Mencía de paso, y también ha pasado un año exacto de la
prometida Trilogía.
De la bodega poco os puedo contar más que no contase en
el anterior post, del vino si os puedo explicar. Mono varietal de Mencía,
estamos ante un joven que a diferencia de sus homónimos Berzianos, tiene una
ausencia total de madera. Ahí es donde quería cerrar yo la trilogía, en una Mencía
con ausencia total de madera. Un varietal de carácter reductivo, con una
tanicidad marcada y larga acidez. Todo esto en Bierzo ha sido paliado con gran
efectividad, dando resultado a unos vinos frutales y golosos, de carácter más mediterráneo.
Pero como los gallegos son muy suyos, han querido hacer de la mencía bandera
por igual y en los últimos años han conseguido una mencía exquisita, prueba de
ello es este Joaquín Rebolledo. Sin interferencias de por medio, dejan a la
variedad expresarse y consiguen una expresión preciosa, buena y sin defectos.
Al menos estas son mis conclusiones, para ello os paso las notas de cata y
vosotros decidís:
En copa muestra un rojo purpura de ribete rubí, presenta
algo de turbidez, de capa media y un teñido de balón muy bonito.
En nariz aparecen puntas de cacao junto a un fondo floral
(flores azules) la reducción está presente como no podía ser de otra forma.
Poco a poco abre y aparece la fruta, mermelada, fresas y grosellas. Goloso.
En boca entra liviano, fresco. Carga frutal suavizada,
una caricia a frutos rojos. Aparecen notas herbáceas, esta añada es más atlántica
que su predecesora, los minerales se deja notar, la acidez está controlada y el
tanino imperceptible. Elegante. Largo. Va mejorando a medida que pasa el
tiempo, las flores dejan su perfume y el terruño se ha marcado ya en este vino.
Una traje diferente para la Mencía, corbata y chaqué.
Por esta razón quería acabar con este vino la trilogía. El
varietal sigue siendo el mismo, unos lo doman de una forman, otros lo forman de
otra. Lo importantes es, que al final tenemos dos expresiones bien formadas de
un varietal, sin defectos y con un resultado muy bueno. Un vino ideal para
tomar con aperitivos y si le cambiamos un pelo la temperatura, os hará
disfrutar algún lechazo al horno o quizás hasta carne roja a la parrilla. Y esto
lo se:
Porque yo, ya lo he hecho!
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