Nombre: FINCA L’ARGATÀ
Añada: 2012
Denominación de Origen: MONTSANT
Uva: Garnacha/ Syrah
Ya os comente cuando me propuse a hacer los #Probandoprobando, que seguramente los
vinos excederían el baremo de este blog. Como dije, el hecho de tener a un
amigo en casa e invitarlo a probarlos, bien lo merece.
Esta vez bien justificado, tenía a mi buen amigo Miguel Moreno. Visita Navarra en
tierras catalanas. Aprovechando que pasaba una semana por aquí, quise y aunque
de manera fugaz, hacer con el nuestra sección. Cabe decir, que el nombre lo
recibe de tan insigne invitado. Normalmente suele colgar fotos de vinos, y en
el archiconocido pájaro azul les pone probando, probando. Esta acuñación me
hizo gracia, apropiándome de ella para el blog y esta sección.
Miguel es un tío majísimo, noble y buena gente como
pocos. Decir que trajo unos presentes bajo el brazo, unos chocolates típicos de
los que dimos buena cuenta y una botella de vino. Esta catada y apunto para
salir como ficha. Pero como se trata del vino que yo pongo, esta vez hablaremos
de Finca l’Argatà 2012.
Vino en Montsant
de Joan d’Anguera, posiblemente una
de las bodegas mas antiguas de Montsant. Su tradición se remonta a 1820 donde
Joan d’Anguera la fundó, siendo hoy día la séptima generación la que esta a pie
de cañón con Josep y Joan Anguera. Desde el 2012 apuestan por la agricultura
biodinámica y ecológica obteniendo el certificado Demeter.
Escogí este vino por dos cosas, la primera es que es un
gran vino y la segunda es por Miguel. Miguel últimamente cata muchos vinos
catalanes, de los cuales no tiene mal ojo y además por lo que me cuenta, los
esta disfrutando mucho. Como no, le pedí su opinión de el y que la plasmase en
el papel dejando este mini relato:
“Sin ser muy experto en vinos, vamos allá. A la vista se
ve un vino glicérico de lágrima lenta y en boca entra frutal, de acidez
adecuada y justa. Vino muy rico! Vamos, un placer vaya!!”
Y siguió comiendo unos espaguetis a la carbonara que le
preparé con una sonrisa, disfrutando del vino y la compañía. Mientras se reía,
me miro y me pregunto si me parecía mal, yo le dije que no, que era suficiente.
Me comento que es su hermano quien lleva el tema de la cata, quien profundiza
mas y que a el le vale con que estén buenos.
Pues ahí lo tienen señores, de eso se trata, de probar
vinos y disfrutarlos. Miguel lo hace como nadie, sin complejos, sin las
tribulaciones que acompañan estas cosas. Solo con el mero hecho de obtener
placer, eso es disfrutar del momento. Mientras, continuamos comiendo,
arreglando el país, el mundo, nuestras no diferencias entre catalanes y
españoles, con mi mujer como testigo. La compañía fue corta, era un día de esos
que tengo, ocupado y estresante. Debo aprender más de Miguel, a disfrutar de
las cosas poco a poco y con buena letra.
Por si acaso, os dejo mi mini cata del vino:
De color rojo picota con reflejos rubí, presenta una capa
media. Menisco glicérico que tiñe al paso, dejando una lagrima gruesa y
uniformada. Profundo ataque en nariz, especiado y con notas de fruta negra
madura. Recuerdos lácteos, frutillos del bosque y recuerdos cremosos. Entrada
fresca en boca y carnoso paso. Notas frutales, que provocan una explosión en
boca. Buenas sensaciones especiadas, corazón licoroso y un retro con recuerdos
a crianza. El trago es largo y generoso. Un vino genial!
Como veis es un vino estupendo y genial. El vino ideal
para disfrutar entre amigos, para momentos especiales como este. Vino
encomiable, bien hecho, afinado y preparado para ser disfrutado. Miguel lo
hizo, y me enseño a disfrutar del vino sin análisis, simplemente como se debe
hacer. Bebiéndolo!
Muy pronto os traeré la cata de su vino, y al nuevo
invitado: Jordi Luque!
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