Nombre: FENTO
Añada: 2014
Denominación de Origen: RIAS BAIXAS
Uva: Sousón 73%/
Espadeiro 10%/ Mencia 7%/ Perral 7,1%/ Caiño Tinto 1,5%/ Brancellao 1,4%
Productor: Fento Wines/Eulogio
Pomares
Precio aprox.: 9,99€ en Coalla Gourmet
Este es otro de los casos por los que ha merecido la
pena volver al blog. Un vino que no puede pasar desapercibido, un primor por lo
que mi respecta. Viene una corriente de fuera, que va diciendo que los vinos atlánticos
son el futuro. Que Galicia es la borgoña española. Bueno, ni voy a ratificar lo
primero, y me da vergüenza lo segundo. Principalmente son dos cosas. La primera
es que en Galicia se hacen vinos estupendos, indiscutible. Pero eso pasa por
todo el territorio, aquí y acullá. Lo importante es que cada uno tome una ruta,
la encauce bien y luego siga por la buena senda. La segunda, da a entender lo
estrecho de miras y complejo inferior que hay en este país. No comparemos, no
hablemos de los franceses para dar importancia a esos vinos. Hablad de ellos
llenándonos la boca, de sentimiento, de razón y sobre todo de pasión. Esta es
la misma que bien seguro pone Eulogio Pomares en sus vinos.
Bodega con parcelas sitas en municipios de Pontevedra a
orillas del mar, donde el influjo atlántico se hace notar. Trabajan de la forma
más natural posible, dejando madurar en las uvas en su estado óptimo. Fento
tinto es un vino coupageado con variedades, que pertenecen a la sub zona en el
Condado de Tea. Fermentación alcohólica durante 15 días a temperatura
controlada, posterior maloláctica, filtrado y estabilizado, para pasar una
crianza de seis meses hasta su embotellado. El resultado no deja indiferente,
vino fino, fragante y amabilísimo. Mejor descripción os puedo dejar en esta
mini cata:
De precioso violeta cardenalicioo con capa
media, intenso y bonito donde asoman unos
destellos rubí.
Delicados aromas frutales se entremezclan con los florales, frambuesas, moras
y fresas. Trae unos recuerdos a lilas, enmascarados por un tenue aroma ahumado.
Buena intensidad.
Boca ligera y rápida. Frutos rojos contenidos, no
llegan a explotar. Eso si, tiene una punta chispeante del carbónico, que junto
a la acidez le confieren un tono “peta zetil” divertidísimo. Cáscara de naranja y pomelo, golosillo al corazón. Trago fácil.
Delicado recuerdo floral. Tremendo vino y excelente ejemplo de lo que pueden
deparar estos vinos atlánticos.
Yo no sé ustedes, pero este vino es para tenerlo a cajas.
Disfruten!!